¿Qué son y para qué sirven los Arcanos mayores en el Tarot?
Los mazos de tarot más completos (cómo el tarot de Marsella), se pueden dividir en dos grandes partes: de las 78 cartas que comprende, una parte hará referencia a los Arcanos Mayores, y otra parte a los Arcanos Menores.
Lo primero que nos debe quedar claro es el significado del concepto arcano; es un término que viene directamente del latín “arcanum” y se puede traducir a nuestro idioma cómo secreto.
De las 78 cartas que hemos citado, 22 son “mayores” (esto es lo habitual, aunque hay algunos tipos de tarot, cómo en el “tarot de Mantegna”, en el que los arcanos mayores son 50).
¿Y para qué sirven los Mayores?
Son cartas que marcan el rumbo que siguen las preguntas, siendo las cartas más importantes de cualquier baraja de cartas del tarot.
Estos tienen dibujos y todo tipo de detalle que la vidente debe de interpretar: y es que sólo así se conseguirá la precisión que se busca en cada caso.
Cada uno de los Arcanos se relaciona con algo: por ejemplo, el Mago se relaciona con el hombre, el Papa se relaciona con la religión, la Torre con la destrucción, etc.
Para tenerlo más claro:
En el momento en el que vayamos a ver a una vidente para someternos a una tirada de tarot, se tirará un determinado número de cartas por cada pregunta.
En la respuesta debe de haber, como mínimo, un arcano mayor. Si no lo hubiera, la vidente no podrá resolverte la pregunta que tienes en mente.
¿Y para qué sirven los Arcanos Menores?
Tampoco conviene olvidarse demasiado de los Menores. Estos nos ayudan a saber cuánto tiempo va a tardar en producirse la profecía que nos prometen los Arcanos Mayores.
Dependiendo de si salen bastos, copas, oros o espadas, es posible que la predicción se pueda producir en los próximos días, semanas, meses, incluso que hasta puedan llegar a pasar años antes de que ocurran.
En definitiva, los Arcanos Mayores deben de trabajar con los Arcanos Menores para conseguir la más alta precisión posible.